Me ha sorprendido leer artículos de "especialistas" y periodistas, como Andrés Hoppenheimer, cuando se refieren al Metaverso. La confusión del tema y el poco entendimiento y, por lo tanto, de conocimiento de la tecnología es lamentable por el nivel de desinformación propagada.

Como aquel artículo del New York Times en el que hablaban de "hackear" blockchain. Te quedas mudo, pensando cómo pudo llegar a esas conclusiones tan disparatadas. Recientemente pasó con un artículo del conocido Hoppenheimer tratando de analizar si América Latina está preparado o no para el Metaverso. Pero el metaverso constreñido al entendimiento popular de que se trata de Facebook. Una locura.

Hace algunos diez años todavía me divertía en las tiendas de computación pidiendo a los "especialistas" que quería una laptop sin sistema operativo con el propósito de saber si la tecnología era un tema más entendible. De todas las personas que consulté, no menos de 50, solo dos supieron. Así estamos ahora con el tema de Blockchain y el Metaverso.

Para comenzar, debemos saber, al menos, que hay tecnologías abiertas y privativas o cerradas; de otra manera, muy poco vamos a entender cómo se desarrollan proyectos como blockchain o Linux, frente a los poderosos Facebook y Microsoft.

Hoppenheimer escribe un artículo bastante desorientador y petulante. Por ejemplo, asegurar (como si el sí supiera) que "muchos medios no se percataron de la parte más importante de la historia: el hecho de que la nueva compañía será parte de una nueva tendencia tecnológica que cambiará el mundo". Escribir algo así es no entender absolutamente un ápice de lo que está pasando. Es mejor dedicarse a los temas de siempre.

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Foto de Markus Winkler | Unsplash

Cada párrafo más o menos va en ese sentido. Por ejemplo, ya en un momento de mucha lucidez sentencia que "en primer lugar, hay muchas compañías de Internet además de Meta, incluidas Microsoft, Sony, Google y Apple que están trabajando a toda velocidad para crear universos digitales multidimensionales. No habrá un solo Metaverso, sino tantos millones de metaversos como ahora existen sitios de Internet".

¿Sabrá que blockchain y metaverso están basados en tecnologías abiertas? ¿sabrá la historia de las criptomonedas, de Satoshi Nakamoto y su libro blanco? ¿conocerá cómo se cerró un nucleo de Unix y se creo lo que conocemos como windows, Mac y otros nucleo se fundó abierto como el sistema Linux? ¿sabrá las diferencias sustanciales entre sistemas como iOS, Windows y Android? Es evidente, por sus sesudos análisis, que no.

Aún así sigue con un análisis asombroso para dar recomendaciones de quien menos tiene autoridad para opinar:

"Cuando le pregunté a Rony Abovitz, el fundador de la empresa de realidad aumentada Magic Leap que le recomendaría a los presidentes latinoamericanos, me dijo que les aconsejaría que construyeran una buena infraestructura de Internet rápida, enseñen a los niños de sus países a codificar, y ayuden a que sus empresas encuentren un lugar en las nuevas cadenas de suministro de productos digitales".

Mientras no diferenciemos entre monopolios de la tecnología cerrada, privativa para las personas porque ese ha sido el interés de esos monopolios, poco entenderemos el Metaverso y otras tecnologías que han nacido abiertas, para la humanidad.

América Latina, si quisieran sus gobiernos, sería una potencia en estos desarrollos pero "se acaba el negocio" para los monopolios mundiales como Facebook. Lo mismo ocurre con las criptomonedas, con Blockchain y ahora con el Metaverso. Una atrocidad que debería cambiar con información y conocimiento.